Beas de Guadix es una singular villa enclavada en un valle de diversos pueblos pequeños bañados por el río Alhama, de tierras áridas y arcillosas que se combinan con hermosas vegas y huertos.
Fue encrucijada de caminos en la ruta entre Guadix y Granada. Los romanos tuvieron un lugar de aprovisionamiento entre las rutas de Granada-Guadix-La Peza.
Considerado emplazamiento de diveresas culturas y uno de los más antiguos núcleos del valle y de la comarca de Guadix, hay indicios de que sus primeros pobladores son de la cultura algárica en la Edad de Bronce.
Bea de Guadix, enclavada como apeadero entre la antigua calzada romana entre Granada y Acci, toma su nombre del termino "viax", que significa camino, lugar de paso de infinidad de expediciones militares que darian la importacia que tendría en adelante. Esta vía romana es recordada por el topónimo y por una de sus calles "Cuesta de Granada".
Durante la Edad Media, la población se traslada desde la vega del río Alhama, a la cima del cerro del Castillo, actualmente conocido como "El Castillejo". En esta época se conoció a Beas de Guadix, como Beas de los Cautivos, debido a las diversas mazmorras y pozos que se constuyeron para alojar a los prisioneros cristianos que después vendían como esclavos.
Restos arqueológicos de distintas épocas muestran la importancia de Beas de Guadix. Como restos de cerámica de la época romana hallados en los alrededores del núcleo urbano.
Restos de la época musulmana, se encuentran en el cerro conocido como el Castillo del Moro o de los Guardas, situado en el margen derecho del río Alhama. Se trata de una atalaya cuyo estado de conservación es muy malo debido a su emplazamiento, en un cerro donde la erosión lo ha degradado en su mayoría.
Existió una Mezquita que fue reemplazada tras la reconquista por una Iglesia edificada sobre su planta y que hoy es morada de Nuestra Señora de la Anunciación, cuenta con un rico tesoro mudéjar en su artesonado.
La configuración del trazado urbano de sus viviendas está adaptado a las condiciones topográficas y de relieve de clara influencia islámica, presenta una trama irregular de calles estrechas y manzanas irregulares y pendientes que ascienden claramente hacia el cerro del Castillo.
Existen diversos enclaves de casas-cuevas en distintos cerros y cerrillos donde se han encontrado vestigios del S-XI en adelante. Destacan conjuntos como el de los Camariles, Algarbes y el Cerrillo de Lares de origen morisco.
De la época musulmana también se conservan unos arcos de unos baños árabes junto a la Iglesia y que forman parte del antiguo cementerio de Beas de Guadix.
Para terminar destacamos uno de los muchos puntos importantes para el visitante y que forman parte de una serie de miradores desde los que se visiona el pueblo y el valle, es quizás el mirador más importante que posee el municipio, conocido como "El fin del mundo" y desde donde se divisa todo el valle y en especial Beas de Guadix.